Page 34 - Revista Cambia tu Historia
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Anhelos
de libertad
2do Lugar
Eran pasadas las tres de la mañana y el segundero En su mente divagaban pensamientos, posibilidades y
del reloj no dejaba de emitir un sonido agobiante, futuros alternativos, pero entre ellos se manifestaban
marcando el paso del tiempo. Pronto amanecería y emociones profundas que caían como delicados
tendría que regresar a la rutina, a las tareas diarias y cristales. A pesar de esto, el silencio en la habitación
a esa jaula que llamaba hogar, así como un gorrión era abrumador, puesto que en el aire las tinieblas
atrapado, anhelando volar y surcar los cielos. Esperando pesaban y el más leve ruido podía despertar al leñador
que algún día alguien dejara la puerta abierta antes de que dormía a su lado, cuya mano no dudaría en blandir
que fuera demasiado tarde. el hacha contra el firme roble para derribarlo y destruir
todo a su paso, aplastando las flores más frágiles.
Mientras tanto, debía soportar las habladurías, los Mientras el reloj seguía sonando, un recordatorio
insultos y los maltratos. Vivía en un silencio absoluto, constante del tiempo que no se detiene, aunque eso
donde la frase “si no hablo, no existo” resonaba en su fuera lo que más anhelaba. Sus intentos de dormir solo
mente. Era como una flor, delicada y hermosa, y como se lograban con somníferos, un alivio momentáneo
un roble firme en la lucha del día a día, resistiendo el ante el agotamiento y el cansancio de una vida llena
sol abrasador, la tempestad y la tormenta, todo para de angustias. Pero el reloj seguía haciendo tic-tac
proteger a sus retoños y darles un futuro mejor que señalando que pronto amanecería y marcando el
el suyo. compás de su cautiverio.
Álvaro Cisterna Luengo